jueves, 13 de septiembre de 2012

Sentimiento

Casi 200 años de historia, mayormente europea, se recorren en "El ocho", de Katherine Neville. Pasando por personajes tan ciertos como Napoleón a otros tan improbables como Mireille de Rémy, de un ancestral Carlomagno a actuales reyes y presidentes de países árabes, la novela se desdobla en dos épocas, unidas por el misterioso ajedrez de Montglane.
Algunos de sus protagonistas son matemáticos, aficionados o profesionales, y no sólo se valen de diferentes códigos para comunicarse, sino que logran descifrar claves que pasan desapercibidas para muchos otros.
En una carrera desesperada por lograr cumplir su misión al mismo tiempo que escapa de múltiples complicaciones, la protagonista contemporánea se ve invadida por un sentimiento inusual, al entender finalmente un mensaje guardado por muchos años:

Trabajamos toda la noche. Ahora comprendía por qué los matemáticos se sienten recorridos por una onda trascendental de energía cuando descubren una nueva fórmula o ven un nuevo patrón en algo que han contemplado mil veces.
Sólo las matemáticas proporcionaban el sentimiento de atravesar otra dimensión, una que no existía en el tiempo y el espacio... ese sentimiento de caer dentro y a través de un acertijo, de tenerlo en torno de manera física.

Si bien el relato alcanza un cierre, existe una secuela que muestra la evolución de algunos de los personajes. Se llama "El fuego", y es de la misma autora.