
En uno de sus textos, "El banquete" (Συμπόσιον es el nombre original) habla, entre otras cosas, del amor en sus distintas formas, y da pie para el concepto de "amor platónico".
Es Agatón, uno de los comensales, quien en su afán de elogiar a su turno al dios Eros, tal como Erixímaco pidiera, hace uso del concepto matemático de supremo, sin siquiera darse cuenta.
Estas fueron sus palabras:
Y en lo que se refiere a valentía, a Eros ni siquiera Ares puede resistir, pues no es Ares quien domina a Eros, sino Eros a Ares. Ahora bien, el que domina es superior al dominado y si domina al más valiente de los demás, será necesariamente el más valiente de todos.
De esta manera exhibe una justificación de por qué, según su manera de ver, es Eros el mejor de todos los dioses del Olimpo.
Con sus últimas palabras, al decir que el que domina al más valiente de los demás es el más valiente de todos, pone en acción la definición de supremo. Se llama así al mínimo elemento de un conjunto ordenado que es mayor o igual que todos los elementos de un subconjunto.
En este caso el subconjunto está formado por todos los dioses del Olimpo, excepto Eros, siendo Ares el más valiente de ellos. Y Eros, sin estar incluido en ese conjunto, resulta ser más valiente todavía, constituyéndose en el supremo.
Y así es como la filosofía y la matemática se ponen de acuerdo con una coincidencia.
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